En plena temporada vacacional, artesanos michoacanos llegaron al Centro Cultural Atarazanas en Veracruz con un mensaje claro: los juguetes de madera siguen vivos… ¡gracias a los adultos! Aunque los niños ya no muestran tanto interés por el trompo, el yoyo o el balero, quienes crecieron con ellos los siguen comprando por amor a la tradición. 🇲🇽
Zenayda Reyes, artesana de Paracho y tercera generación en su familia, hace cada pieza en media hora con maestría y amor. Invita a los padres a enseñar a sus hijos el valor de estos juegos que no necesitan pilas ni pantallas. “Solo se necesita tiempo y ganas de compartir”, dijo con orgullo.
Durante estas vacaciones, artesanos de pueblos mágicos como Pátzcuaro, Santa Clara del Cobre, Tzintzuntzan y más, están ofreciendo sus piezas únicas en Veracruz. ¡Visítalos y lleva a casa un pedacito de historia hecha a mano!
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